EducAr(gentina)

miércoles, junio 04, 2008
Con respecto a la toma de instituciones educativas…

Las escuelas y universidades no pueden ni deben ser cuarteles, pero tampoco pueden ser asambleas populares.

Curiosísima hipótesis según la cual es necesario democratizar la enseñanza:

Ha implosionado la noción jerárquica según la cual la educación es un proceso en donde hay superiores e inferiores, maestros y discípulos. Al implosionar esta idea que establece una idea de jerarquía basado en el raciocinio, en el merito en el conocimiento, en la trayectoria y no en la mera autoridad, se evoluciona rápidamente a una concepción según la cual es indispensable aplicar al proceso de enseñanza el concepto de de la democracia entendida como un debate permanente, como una horizontalidad que no distingue jerarquías y q no califica por conocimiento y trayectoria. ¡Terrible disparate!, que por supuesto prospera en una Argentina en donde la noción de orden fue aniquilada por la desaparición del sistema político y paso a convertirse interesadamente en símbolo de represión en sinónimo de dictadura en el equivalente de todo lo contrario a la democracia. Como si de lo que se tratara en una escuela es de asegurar el gobierno de todos para todos pasando por alto un pequeño detalle, pero fundamental, que en la vida estudiantil hay determinadas personas que tienen un bagaje de conocimientos, una preparación académica, un entrenamiento profesional que los autoriza a trasmitir a los demás es por eso que están en un lugar que no ocupa el resto, de lo contrario estaríamos en un caso de democracia sin sentido, una democracia precisamente epidérmica oportunista y mentirosa según la cual el estudiante puede saber o mandar mas que el docente.

Chicos de 13 a 15 años toman colegios y piden democratización, no piden excelencia, no piden más conocimiento, podrían pedir que se los prepare mejor, podrían pedir modernidad, tecnología, mejores salarios para sus docentes. Pero no, piden democratización. ¿Que quieren? ¿Quieren una mejor educación? No. Quieren participar del gobierno de las casas de estudio como objetivo central.

Desde Mayo del ‘68 que no se puede hablar de moral. Se nos impuso el relativismo. La idea de que todo es igual: lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.

Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta. Que las buenas maneras habían terminado. Que no había nada sagrado, nada admirable.

Los eslóganes de mayo del ‘68 en las paredes de la Universidad de la Sorbona: ‘La imaginación al poder’ y ‘Vivir sin obligaciones y gozar sin trabas’. Quisieron terminar con la escuela de la excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética.

Movimientos, partidos y centros de estudiantes de izquierda que gozan del quilombo, por el quilombo en sí. Esa es la izquierda que desde mayo del ‘68 ha renunciado al mérito y al esfuerzo; que promueve el odio a la familia, a la sociedad y a la república.

Un disparate, una inversión de la carga de la prueba, una inversión de lo que es la apuesta de la educación...


-el Figaro-

S.R. (Primera parte)

La Sociedad Rural suele ser mi actor preferido para ejemplificar todo lo que no hay que hacer en un país para que este se desarrolle.

Es curioso que solo seis presidentes en toda la historia argentina no hayan sido miembros de sus filas (Yrigoyen, Perón, Cámpora, Isabel, Kirchner, y Fernández).

Cuando en la década de 1950, Perón quiso separar estado de Campo, sufrió un golpe de Estado,
(como siempre los Ministros de Hacienda serían Cueto Rúa y Alizón, obviamente, dirigentes de la SRA.)

En 1930, en las vísperas del golpe con el que José Félix Uriburu derrocaría a Yrigoyen, se puso en funcionamiento lo que Álvaro Abós, desde lo periodístico, llama “técnica de un golpe de Estado”. Sólo hay que repasar algunos titulares:
“¿Se convenció el señor Yrigoyen de que todo el pueblo lo repudia?” Bajada: “La silbatina de la Sociedad Rural no tiene precedentes. Ni Juárez Celman experimentó un repudio parecido. Esto no puede durar más”: “Una chispa y estallará el incendio”. (1° de septiembre de 1930)

En 1962 a Frondizi también lo complicaron (para que anule las leyes proindustriales). El loco Alsogaray asumió el ministerio de economía y volvió el modelo agroexportador, una vez producido el golpe desde la SRA, llega como ministro de Economía primero Pinedo y despues Martinez de Hoz :)

Bueno, al pobre Illia en el '66, con Eugenio Blanco como ministro tuvo un periodo de saludable distribucionismo; hasta que la SRA impuso su "modelo económico" con ayuda de las FFAA.

Para el 76' ya sabían de que se trataba, como se hacia y todo.

Durante los 90´ se quedaron con los campos de los pequeños productores pero no exportaron casi nada porque el dolar 1 a 1 no permitía ser competitivo.

Claro, "somos el granero del mundo", "A Argentina la salvará el campo" étc, étc.

El campo fue fundamental para la salida de la última crisis, pero también hay que decir que se refinanció las deudas del propio sector agrícola que el Gobierno ayudó a subsanar a través de la Banca Pública de unos 4.000 millones (hoy se calcula que esa deuda está en 400 millones)

* * * *

Creo justo el reclamo del sector del campo, y no digo que la SR de hoy sea golpista (porque no hay FFAA! asi que tuvieron que cortar la ruta! jaja) pero no compro la idea de que gracias al progreso del campo toda la sociedad se vera beneficiada (una suerte del "efecto derrame" de Caballo).

Tampoco los tipos son todos unos santos. Si hoy no somos un país un poquito mas industrial se lo debemos a ellos también...

Esto ya no es una cuestión de que se quiten las retenciones, ahora se esta discutiendo el modelo de país. ¿Después de las retenciones que viene?, no vamos a creer que se vuelven al campo!


-el Figaro-