Me encontraba pateando hacia la siempre
estática parada del
cole, distraido, con la mano
hurgando un bolsillo, pensaba que habría sido de aquel billete de $2 que alguna vez supo acompañarme, y como
algún perro de la calle, ya no estaba conmigo.
Estaba frío y nublado, una suave brisa y garua recorrían mi rostro.... Llegue al
mástil de luz, que decorado con un poco de aerosol, representa una desdibujada señal de detención de colectivos.
De pronto, la vi, desde su pequeña figura, ella ya me había visto, me contemplaba, me hacia señas, me
susurraba que la tomara...Pero yo, por ese maldito 'que dirán' no me decidía a hacerlo.
Pensé que lo mejor sería esperar a que los novios, el
purrete, y la embarazada tomaran el
bondi, de esa forma, quedaríamos ella y yo, solos...Así sucedió, el R8 se los llevo
dejandonos en una absoluta soledad. Ella volvió a mirarme, la mire, nos miramos, no me importo que estuviera mojada y sucia, me
decidí a tomarla, a hacerla mía,
diciendome "mas si! 10 centavos son dos
sugus"...
-el Figaro-