D'Elia, los Kirchner, alienación mental y final abierto

miércoles, mayo 14, 2008
Esto que publico a continuación lo leí en el blog de Alejandro Rozitchner, me resulto lindo

"Como personaje a temer, D´Elía tiene su costado cómico: el tonito medio gay le da un aire más interesante que el que tendría si fuera un animal más tipo Moyano (otro tierno, el gordo, cuando se hace el bueno parece un chico en un cuerpo de hombre). El delirio es tal que no puede ser tomado muy en serio. No creo que pase a mayores, no creo que la violencia escale, espero no equivocarme. Me parece que la Argentina no está para enfrentamientos armados ni mucho menos.

Lo que llama la atención es hasta qué punto el matrimonio presidencial enloqueció. Sí, su locura estuvo desde siempre, pero ahora se puso peor... Tienen tantas ganas de tener razón y de ganar la pulseada que no les importa llevarse puesto al país. En realidad, ese es el único tipo de éxito al que pueden aspirar: a sentir, desde el desastre, que el mundo no supo entenderlos ni acompañarlos. Lo que no encaja es que mientras tanto se llenaron de plata. ¿Se puede ser un fracasado, mal comprendido, millonario por vía ilegales?

Es notable, por otra parte, cuánto mejor se ve a Menem ahora. Ya no parece tan tremendo. Luce como un estadista. Sí, hubo corrupción (¿qué quieren?, era peronista), pero también había ganas de hacer y una cierta tendencia a la grandeza que ahora se ve no era tan sonsa. (¡Volvé, Carlos, te perdonamos!)

Las presidencias Kirchner, pasado el tiempo, serán recordadas como un período oscuro en la vida nacional. Y todos los que sintieron que la suya era una visión justiciera y anti corrupta se avergonzarán de haber sido tan ingenuos.

Lo que vuelve una y otra vez es la sorpresa: ¿cómo se puede ser tan idiota, tan inútil, estar tan ajeno a la realida, metido en una ideología infantil, fogoneando un resentimiento tan inconducente?

Y otra cosa: la verdad es que el panorama está interesante. No se sabe qué puede pasar. Es una trama de la que nadie puede decir con certeza que sabe cómo termina."

Link

-el Figaro-