Trilogía: El Padrino - Parte I

jueves, mayo 01, 2008
A Duhalde se le ocurrío hace ya un tiempo otorgar tierras fiscales. A continuación algunas ideas que tome de un documento de una clase magistral del Movimiento Productivo Argentino:

(...)estoy seguro que si uno lo explica, está de acuerdo todo el arco político. Primero, porque es razonable, porque es de sentido común que a la ciudadanía se le acople la propiedad, una ciudadanía económica. Es natural, es lógico(...)

(...)tuve la osadía de crear un derecho que llamé de arraigo. Un derecho compuesto: un lote de terreno, una escuela y un trabajo(...)

(...)derecho de la tierra para la vivienda. Había que hacer un censo en cada municipio y al que no tenía tierra había que dársela. Y que no me vinieran con el cuento de que no había tierras fiscales. Si no había, había que comprarlas por hectárea, dividirla y entregarlas a la gente. Y en el último tiempo establecimos que las parejas que se querían casar, podían ir al registro civil 90 días antes de su casamiento y llenaban un formulario en el que declaraban que no tenían vivienda ni tierra. Entonces, el día que se casaban, se le entregaban dos cosas: la libreta de casamiento y la el lote de terreno que le regalaba el Estado(...)

Loco ¿no?


-el Figaro-

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